Discurso pronunciado por Javier Márquez, escritor y periodista, subdirector de la revista Cambio 16
durante la presentación de
Ladrones de Atlántida celebrada en la Librería La Araña el miércoles 28 de noviembre de 2007.


Cuando llegamos a la Librería La Araña, ya estaban allí mi presentador, el joven periodista Javier Márquez, y el escritor Rafael Raya Rasero, a quien había conocido una semana antes y con quien, de pronto, me unen numerosos vínculos, sobre todo literarios. De hecho, había concertado con él que nos volveríamos a encontrar en diciembre, durante una charla coloquio que yo debía moderar en la FNAC, acompañados de Paco Correal, el mismo que me presentara la primera vez (la segunda, si contamos la celebrada en Dos Hermanas justo el día antes) que convocaba un acto alrededor de Ladrones de Atlántida. También me había comprometido gustosamente a presentar su libro en Noches del Baratillo, convirtiendo el mes de diciembre en una sucesión de eventos culturales, pues posiblemente me vea envuelto en alguno más. Rafael y yo aprovechamos para llevar a cabo un intercambio de nuestros libros dedicados, lo que además haría posible que leyera su obra. Por su parte, Inés Martín, la propietaria de la librería, tan sonriente como siempre, nos acogía alegremente en su magnífica tienda, digno escenario de actos de este tipo. Tanto es así que le hemos prometido regresar con otras actividades.

La Librería La Araña se encuentra a mitad de la calle Amargura, una vía peatonal dentro de un entorno monumental encantador, pues la rodean hermosos edificios seculares y uno de los mercados de abasto más típicos y singulares de Sevilla, el de la calle Feria.

Cuando llegó todo el público que cabía esperar, con cierto retraso, comenzamos el acto. Primero intervino Carlos Sanjosé, la mitad de mi editorial. De nuevo, aprovechó para hablar bien de mi novela y de mi faceta de escritor, cosa que le agradecí más tarde. No obstante, me pareció, como es habitual en él, muy sincero y manifestó ese entusiasmo que se contagia a la gente y que tanta falta hace en cualquier empresa que emprendas.

Presentación en La Araña

Discurso de Carlos Sanjosé


Así se expresó Carlos Sanjosé:

"Contacté con José Ángel Muriel a través de la página web de REMES, la Red Mundial de Escritores en Español, nos enviamos unos correos y en uno de ellos me envió su novela, Ladrones de Atlántida, que publicó en 2005 con otra editorial. Me contó que quería ampliarla y retocarla un poco. Decidimos publicarla y confiamos en la novela. Es una novela de aventuras que apasiona, que está muy bien escrita y muy bien documentada y que invita a leerla capítulo tras capítulo -la verdad es que no paras hasta que llegas al final-. Nos hace revivir la famosa isla de la Atlántida. Si fue una leyenda o existió en realidad es la pregunta que nos hacemos. Lo único que conocemos son los Diálogos de Platón, en los que nos ofrece el testimonio del ateniense Solón, que a su vez se basaba en lo que le habían contado unos sacerdotes egipcios. Estamos hablando de terceras o cuartas partes, por lo que los datos no son muy fiables. Parece que la Atlántida se hundió en el mar, los dioses se reunieron y crearon una ola gigantesca bajo la que sucumbió.

José Ángel Muriel recrea la Atlántida con un rico vocabulario, con una descripción tan auténtica que nos hace ver a través de su lectura lo que se vivía dentro de la isla. Incluso nos hace recordar en algunos pasajes de su obra una similitud con la isla de King Kong, la película de Peter Jackson, con su flora y fauna características.

Es una novela que, aunque toca temas fantásticos, se puede catalogar como una gran novela de aventuras. Yo creo sinceramente que estamos ante un gran escritor y que va a dar mucho que hablar en la literatura. Eso lo vamos a ver poco a poco.
"

A continuación, Carlos cedió el sitio a Javier Márquez, de cuya boca oí maravillas. En su discurso planteó algunas cuestiones que quise responder en mi turno.

Presentación en La Araña

Discurso de Javier Márquez


"Empezaremos por los agradecimientos. En primer lugar a Inés, por la valentía de montar una librería y más aún una librería temática sobre tema fantástico, policíaco, ciencia ficción... Eso es digno de mención en cualquier momento. Por otro lado, gracias a José Ángel por la confianza al invitarme a presentar este libro, que, como bien ha comentado Carlos, dará lo suyo que hablar por la propia obra y sobre todo por su autor. [...]

La fantasía, la literatura fantástica y la ciencia ficción, tienen que luchar por hacerse un hueco entre los autores, entre las editoriales y en las librerías. Por eso, me parece muy valiente por parte de José Ángel lanzarse con un libro como este que tiene la gran virtud de aunar una historia real, como es la del lejano Egipto, con una historia fantástica, al menos por lo que sabemos hasta ahora, que es la de la Atlántida. Todos sabemos que el antiguo Egipto exitió y muchas de las cosas que describe en la novela la hemos visto, por ejemplo, en Los diez mandamientos. El autor busca respaldo en la descripción, apoyada en tantos detalles que permite vivir de manera muy activa al lector la sociedad del momento. Desarrolla la historia de tal modo, lo plantea de una manera tal que cuando pasa de la historia a la ficción, cuando pasa de ese Egipto que existió a esa Atlántida que no sabemos si existió o no, resulta más fácil creer lo que está pasando, incluso cuando los personajes llegan a la Tierra Inhóspita, esa isla que citaba Carlos. Ayuda mucho al lector a meterse en la ambientación y en la trama. Esto de hacer novela histórica se lleva mucho, pero hay que destacar la idea de combinarla con ficción y, sobre todo, recuperando eso que nunca debería perderse, la aventura en el sentido más estricto. Hay puntos de la novela que recuerdan a King Kong o Viaje al centro de la Tierra tienen el espíritu de búsqueda de lo desconocido, de la inquietud por descubrir eso de lo que se ha hablado y se necesita confirmar.

Por encima de todo, uno de los puntos que más resaltaría es que el autor se ha documentado a fondo. Sobre la Atlántida se ha hablado muchísimo, pero nos tiene que contar de dónde ha sacado toda la información, todos los detalles que describe. Ante tod, parte de una historia. Hay novelas que están llenas de datos, con una documentación profusa, pero resultan vacías, no tienen espíritu, no tiene alma, porque no tienen historia en el fondo. Entonces, al lector, que va buscando una trama y entretenimiento, no le enganchan. Es la clave de cualquier novela, sea de quien sea y tenga los propósitos que tenga: te tiene que hacer pasar un buen rato, al margen de que te haga reflexionar y pensar más o menos, que son otros asuntos. Si hay muchos datos pero no hay corazón, eso no ocurrirá. Sin embargo, en esta novela te metes a fondo y te identificas con el protagonista, ese joven egipcio que va en busca de la Atlántida, entra en ella y descubre muchos rincones, muchas situaciones, muchas personas que desconocía. Creo que es un acierto por parte de José Ángel escoger a ese protagonista. Empieza la novela con la misma ingenuidad, con la misma pureza que el lector, que se acerca al libro sin saber lo que se va a encontrar.

En cuanto a los aspectos técnicos del libro, es muy de agradecer el gusto artesanal de José Ángel por la palabra, es decir, por utilizar el lenguaje para contar una historia y hacer valer el don de la palabra, el contar una historia con las palabras adecuadas, sin resultar rimbombante pero tampoco recurriendo siempre a los mismos términos y los mismos giros como suele ocurrir en ocasiones. La novela hace gala de un vocabulario muy rico [...] que se echa muy en falta en la literatura actual en general, muy definida y muy preparada para que el lector la lea de manera muy cómoda y para que en ningún momento se sienta incómodo ante el significado de alguna palabra que no conoce.

Por otro lado, otro de los puntos reseñables de la novela es el ritmo. Tiene un gran ritmo, como debe tener toda historia de aventuras. A mí me ha encantado el comienzo de la novela. Siempre se dice que una novela debe tener una primera frase impecable, que enganche al lector. José Ángel ha conseguido un primer capítulo increíble, que engancha desde el principio. En el prólogo se roba un objeto. Después, punto y aparte, comienza una historia completamente diferente, muy tranquila. Y el lector se pregunta qué ha robado, qué significa, qué sentido tiene. El autor no lo desvela, continúa la historia y el lector, que necesita saber lo que ha pasado, sigue leyendo. Ese prólogo es una buena muestra de lo que luego sigue.

A título personal, me ha resultado una lectura muy entretenida, muy formativa, muy ilustrativa. Durante los días que estás leyendo el libro, mantienes la mente concentrada en ese mundo y te olvidas de la realidad. Recomiendo encarecidamente su lectura.
"

Javier Márquez, 28 de noviembre de 2007


Presentación en La Araña

Momento durante el discurso del autor


A pesar de que llevaba preparado mi material para el discurso, finalmente apenas lo utilicé. Me limité a destacar varias ideas, como el valor de mi actual editor al reeditar la novela y la cierta calidad que debía tener ésta si alguien había decidido hacerlo, aprovechando el trabajo ya realizado en cuanto a la promoción y el reconocimiento público. Luego, comencé a hilar las respuestas a preguntas que se habían planteado durante la exposición de Carlos y Javier. Hice observar que, al fin y al cabo, al analizar fríamente mi obra, me daba cuenta de que, en efecto, era una novela de aventuras pura, incluido el viaje iniciático del protagonista. También revelé algunos secretos de escritor, con lo que la presentación resultó mucho más divertida que un mero discurso. Por otra parte, permitió que el público tuviera opción a hacer más preguntas sobre la propia novela y la labor del escritor, así que el turno de preguntas, como esperaba, resultó bastante animado.

Como debe ser en toda presentación que se precie, terminamos en un bar, tomando un refrigerio mientras charlábamos. Marta, la mujer de Javier, Mª Carmen, mi mujer, mis padres y mi hermano, Javier, los amigos de la Conjura Sevillana y yo mismo intercambiamos impresiones sobre el acto y sobre los proyectos que tenemos en mente.

José Angel Muriel, 29 de noviembre de 2007