Lugar: Biblioteca Pública Municipal "Pedro Laín Entralgo" en Plaza de Huerta Palacios s/n, Dos Hermanas, Sevilla (España)

Fecha: Sábado, 29 de septiembre de 2007

Hora: 18:00

Actividad: Conferencias Puentes al pasado: El arte de escribir fantasía histórica y Puentes a lo que pudo ser: Ucronías a dos voces, con Juan Miguel Aguilera y Javier Negrete.

Desde el principio, Juan Miguel Aguilera y Javier Negrete quisieron compartir tiempo y mesa. Al comenzar este espacio animaron a Rafael Marín a unirse a ellos, para que les ayudara en los planteamientos. Al final, las dos conferencias se fundieron en una y resultó de lo más entretenida. Los autores confesaron sus propias técnicas, el modo en que trabajan cuando escriben, convirtiendo la última hora y media en un auténtico taller de escritores. Entre los tres, pusieron el broche de oro a aquella alegre jornada.

El trío de autores

Recojo a continuación algunas de las reflexiones que se hicieron durante el debate:

La libertad absoluta del escritor es un tremendo obstáculo. Tiene que tomar decisiones y la fase de documentación ayuda a dar cauce a las ideas y a pensar en nuevas vías argumentales. La novela perfecta que se tiene en la mente es difícil de transcribir. Se pierden elementos al restringir esa libertad. (Javier Negrete)

Restringir la libertad es una forma de estimular la creatividad. Intento ser muy fiel a la verdad histórica que se conoce. Con unas cuantas palabras escogidas tienes que describir sensaciones y ambientes tridimensionales para el lector, como ocurre con las líneas y las manchas en el cómic.

El límite de la fantasía en la fantasía histórica está en la intención del autor. Es un juego literario. (Juan Miguel Aguilera)

Lo importante es avanzar al escribir. Luego ya se corregirá más adelante. (Javier Negrete)

Lo deseable es que la historia se cuente sola y los personajes cobren vida. Al escribir tengo claro a donde quiero llegar pero intento sorprenderme a mí mismo. Si no fuera así, sería algo aburrido, como limitarse a pasar a limpio lo que tienes en la cabeza, sin más. (Juan Miguel Aguilera)